Existen varias opciones dentro de los llamados tratamientos biológicos, desde los condroprotectores orales al tratamiento con infiltraciones de cèl·lules madre o mesenquimales.
Existen varias opciones dentro de los llamados tratamientos biológicos, desde los condroprotectores orales al tratamiento con infiltraciones de cèl·lules madre o mesenquimales.
Los tratamientos farmacológicos orales, no han logrado demostrar eficacia para frenar, y mucho menos , revertir los síntomas de la artrosis. Únicamente los productos enfocados a reponer los nutrientes perdidos durante la práctica deportiva, han demostrado cierta eficàcia para la recuperación deportiva. En las farmacias existe multitud de productos de este tipo, con más o menos principios activos, excipientes, vitaminas, productos naturales añadidos…
En cuanto a las infiltraciones, existe un poco de desinformación o confusión en cuanto a ciertos tratamientos, como son el Plasma rico en plaquetes / factores de crecimiento (PRP) y el tratamiento con células madre / mesenquimales (Stem Cells). Y a parte están las infiltraciones de productos farmacológicos, como el ácido hialurónico (para el cartílago) o el colágeno (para las tendinopatías)
A modo de resumen, los factores de crecimiento pueden tener resultados muy favorables en lesiones musculares o ligamentosas agudas, para acortar los periodos de recuperación y reincorporación al deporte. Estas sustancias estimulan a otras células que favorecen la formación de tejido nuevo, cicatrización, reparación de tejidos, curación de huesos, piel, ligamentos, etc.
En cuanto a las lesiones del cartílago, no hay estudios serios que demuestren en ningún caso que se pueda regenerar el cartílago, y menos en casos de artrosis. Lo que si es verdad, que en el caso de la artrosis, si que puede servir para mejorar el dolor y la funcionalidad de la articulación, pero no para regenerar.
Las infiltraciones pueden utilizarse en casi cualquier articulación del cuerpo, y actualmente con la ayuda de la ecografía, podemos infiltrarla en lugares con más difícil acceso, como es la cadera y el hombro, con mejor eficacia ya que se infiltra en el sitio específico de la lesión.
En cuanto al Ácido hialurónico (AH) forma parte del tejido conectivo (es un componente fundamental de la matriz extracelular) y del líquido sinovial (aumentando su viscosidad). La piel y el cartílago son dos tejidos ricos en ácido hialurónico y en ellos juega un papel importante. El tratamiento con ácido hialurónico infiltrado (pinchado en la rodilla) es conseguir un efecto lubricante (mecánico) y bioquímico (nutriente) en las lesiones del cartílago, obteniéndose un alivio de los síntomas dolorosos y una mejora de la función. El efecto no suele ser inmediato sino a medio y largo plazo. Cómo comentaba anteriormente, no es un tratamiento para regenerar el cartílago, si no para conseguir una mejoría sintomática a medio o largo plazo.
El Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF, Plasma Rich in Growth Factores) o Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es una técnica actual de regeneración tisular que aparentemente acelera el proceso de cura de las lesiones musculares, tendinosas y en ciertos grados, articulares.
Los Factores de crecimiento o Plasma Rico en Proteínas son sustancias proteicas solubles comprendidas en el interior de las plaquetas. Estas sustancias estimulan a otras células que favorecen la formación de tejido nuevo, cicatrización, reparación de tejidos, curación de huesos, piel, ligamentos, etc.
Estos factores se fusionan únicamente a receptores de la superficie de la célula donde deben actuar. Químicamente son capaces de inducir, estimular y fomentar su multiplicación cuando existe lesión y reparar el tejido específico en cada ocasión. El plasma rico se adquiere de la sangre del mismo paciente. Una vez extraída la sangre, se separa el plasma rico en factores de crecimiento, proteínas esenciales en proceso de reformar, reparar y regenerar tejidos. Los factores de crecimiento se pueden encontrar tanto en el plasma sanguíneo como en las plaquetas (en los gránulos Alfa).
Las plaquetas son las células sanguíneas que tienen como función detener el sangrado si se produce lesión vascular. También, son fuente natural de factores de crecimiento y tienen la singularidad de liberar estas proteínas en el lugar exacto de la lesión, siendo capaz de regenerar tejidos y reestructurar la matriz extracelular.
Esta singularidad plaquetaria de los factores de crecimiento hace posible que una lesión se cure incluso en la mitad de tiempo, ya que el tratamiento acelera el proceso de restauración de los tejidos implicados.
El procedimiento es sencillo y mínimamente invasivo, por lo que se realiza de forma ambulatoria. Después de extraer una pequeña dosis de sangre al paciente, similar a una analítica común, se realiza un procedimiento específico a la sangre mediante un centrifugado que permite obtener el plasma rico en Factores de Crecimiento.
Seguidamente se separa la parte más rica en factores de crecimiento y se descarta el resto, añadiendo cloruro cálcico para liberar los factores de crecimiento plaquetarios y se inyecta directamente en la zona lesionada por vía articular o muscular.
El tratamiento completo normalmente consiste en tres infiltraciones con un intervalo de descanso de una o dos semanas entre ellas. Una vez realizada la infiltración del plasma rico en factores de crecimiento el paciente tendrá que guardar reposo de 24 a 48 horas de actividad deportiva o esfuerzos intensos, pero después ya podrá hacer vida normal. Se aconseja poner hielo en la zona tratada después de la intervención, de 3 a 5 veces al día.
Resumiendo, consistiría en realizar de manera “artificial”, lo que se produce de manera “natural” cuando nos provocan una herida y ésta se cura siguiendo el proceso biológico normal de curación.
El procedimiento es sencillo y mínimamente invasivo, por lo que se realiza de forma ambulatoria. Después de extraer una pequeña dosis de sangre al paciente, similar a una analítica común, se realiza un procedimiento específico a la sangre mediante un centrifugado que permite obtener el plasma rico en Factores de Crecimiento.
Seguidamente se separa la parte más rica en factores de crecimiento y se descarta el resto, añadiendo cloruro cálcico para liberar los factores de crecimiento plaquetarios y se inyecta directamente en la zona lesionada por vía articular o muscular.
El tratamiento completo normalmente consiste en tres infiltraciones con un intervalo de descanso de una o dos semanas entre ellas. Una vez realizada la infiltración del plasma rico en factores de crecimiento el paciente tendrá que guardar reposo de 24 a 48 horas de actividad deportiva o esfuerzos intensos, pero después ya podrá hacer vida normal. Se aconseja poner hielo en la zona tratada después de la intervención, de 3 a 5 veces al día.
Resumiendo, consistiría en realizar de manera “artificial”, lo que se produce de manera “natural” cuando nos provocan una herida y ésta se cura siguiendo el proceso biológico normal de curación.
Según en qué medio leamos la información podemos encontrar que el PRP regenera los tejidos y cura el cartílago, los tendones, el músculo y los ligamentos, es decir, todo el sistema musculoesquelético. Pero ¿cuál es la verdadera realidad? Cada vez están saliendo más artículos científicos con evidencia real en qué se demuestra que su efecto no es tal cual. No es la “panacea” que lo cura y lo regenera todo. Los Factores de Crecimiento plaquetarios o plasma rico en plaquetas (PRP) sirven para disminuir el dolor y acelerar la curación de lesiones haciendo posible que el paciente pueda recuperarse en menor tiempo de lo habitual. También puede asociarse a intervenciones quirúrgicas, ya que favorecerá la cicatrización de tejidos, pero es en este campo donde los resultados entre utilizarlo y no utilizarlo, no se diferencia del todo.
A modo de resumen, los factores de crecimiento pueden tener resultados muy favorables en lesiones musculares o ligamentosas agudas, para acortar los periodos de recuperación y reincorporación al deporte. En caso de lesiones más crónicas, también pueden tener su utilidad, aunque su eficacia sea menor. Y en cuanto a las lesiones del cartílago, no hay estudios serios que demuestren en ningún caso que se pueda regenerar el cartílago, y más en casos de artrosis. Lo que si es verdad, que en el caso de la artrosis, si que puede servir para mejorar el dolor y la funcionalidad de la articulación, pero no para regenerar.
El PRP puede utilizarse en casi cualquier articulación del cuerpo, y actualmente con la ayuda de la ecografía, podemos infiltrarla en lugares con más difícil acceso, como es la cadera y el hombro de manera más precisa.